Llevo Bastante tiempo queriendo seguir lo ya iniciado por @Beelzenef_ en su blog, el cual podéis consultar aquí.
Ya en Twitter nos comentó que todo empezó con un usuario de un grupo de creadores de juegos de rol que quería empezar. Este usuario tenía varias ideas en la cabeza pero no terminaba de saber cómo hacerlas jugables.
Sirviendo todo esto como introducción, mi idea es aportar una serie de posts acerca del tema que traten diferentes aspectos que rodean a #primeroderol. ¡Empecemos!
Hoy voy a explorar dos conceptos para mi claves en el rol, y que a falta de una teoría unificada sobre qué es el rol (que ríase la teoría de cuerdas), creo muy necesarios conocer.
El primero es el concepto de creación. En el rol todos somos creadores de historias, en diferentes niveles, pero lo somos todos a fin de cuentas. Repasando las diferentes figuras que nos encontramos en una partida podemos ver por un lado al narrador, y por el otro a los jugadores. Paren de contar.
Bien, el proceso normal de una partida es que un grupo de personas deciden por algún motivo que quieren juntarse a jugar al rol. Un manual llega de alguna forma al grupo, una persona declara que va a ser quien narre la partida y se empapa del manual. Cuando ha preparado la historia, llama al resto de miembros del grupo y quedan para jugar a la partida.
Hay muchas cosas a tener en cuenta en ese proceso tan simple, como las patatas fritas, pero que ya trataremos más adelante, como tener cuidado con los refrescos y las fichas.
Al seguir el proceso clásico, cuando uno empieza suele cometer el error de darle toda la responsabilidad al narrador y simplemente aparecer en la fecha acordada a jugar la partida y a verlas venir. Cómo todos somos creadores, todos tenemos responsabilidades. El narrador debe preparar la historia, pero el jugador deber preparar su personaje correctamente, leer todo lo que el narrador le ha pasado, informarse sobre la época histórica si hiciera falta, pensar en la interpretación, encontrar puntos en común con las historias de los personajes de sus compañeros, etc.
Cuando todos creamos, nace un sentimiento de que todos podemos aportar a la historia, ¡y esto no es un error! Claro que el narrador te puede pedir que narres tu esa escena de tu personaje, eres su creador, tienes en tu cabeza mejor que nadie cómo lanza su conjuro, cómo se siente, porque lo hace… Todo.
Como jugador no solo puedes aportar, si no que debes aportar a la partida. Se un jugador proactivo, prepara material, ¿has visto una ilustración que piensas encarna perfectamente al malo? ¡pásasela al narrador!, ¿has estado leyendo en algún blog un artículo interesante y crees tener una buena idea para el mundo de la crónica? ¡coméntalo con tu grupo de juego! Puede que no se pueda meter en ese mismo instante, pero puede servir para el futuro.
Yo a mi grupo le pasé un artículo que había escrito un chico tras haber descubierto que tenía un trastorno bipolar. Todo era en primera persona desde que solo fue un pequeño dolor de cabeza hasta que volvió a su vida normal poco a poco y recibió el gran apoyo de sus amigos. Era un artículo muy bueno que nos ayudó a todos a reflexionar sobre las enfermedades mentales en los juegos de rol y como no son una excusa para hacer el payaso.
En definitiva, crea, comparte, ¡diviértete!
El otro concepto a tratar es la interpretación, pieza clave del rol y que lleva a mucha confusión. Cuando hablamos de interpretar, hablamos desde la toma de decisiones según lo que haría el personaje en esa situación hasta levantarse e interpretar con palabras y movimientos la escena como si de un teatro improvisado se tratase; pasando por reflexionar sobre cómo se siente el personaje o cómo ve la situación que le rodea.
La confusión viene cuando pensamos que estamos hablando de aspirar al Oscar. Negativo. Hay jugadores que interpretan más que otros, y precisamente interpretar ayuda a las personas más tímidas a ir trabajando su timidez poco a poco.
Hubo un post que trajo polémica consigo por las redes roleras. Aunque no comparto 100% su opinión como es normal, tuvo una parte excelente que me gustaría compartir con vosotros y es esta (no es textual):
- Si tomamos el ajedrez como ejemplo, todos sabemos que es un juego de mesa. Pero si a las fichas las dotamos de historias, personalidades y pensamientos. Y los movimientos que hacemos con ellas son en función de lo que harían como personajes y no solo lo estratégicamente beneficioso, entonces lo habremos convertido en un juego de rol.
No tenemos que aspirar al Oscar, pero sí debemos esforzarnos. Si lleváis la configuración más clásica del rol como puede ser el barbaro, el pícaro y el mago; y lo dejáis ahí, tendréis hojas de papel con números. Pero, si os paráis a pensar solo un poco por qué un bárbaro ha abandonado sus tierras donde es libre y feliz con su tribu y su familia; entonces tendréis un personaje.
Cuanto más profundicéis en vuestros personajes mejores historias van a salir. Más vais a poder aportar y vuestro narrador va a tener más opciones para nutrir la historia, vuestra historia. Otra ventaja es que os va a ser cada vez más fácil tomar decisiones. A veces un narrador os pondrá elecciones difíciles de tomar en un principio, pero que vuestro personaje tiene claro.
Mejoraréis la empatía, aprenderéis a poneros mejor en la piel de otros al explorar situaciones que os son ajenas. Estáis viendo como una persona se enfrenta a ella y debéis sacar conclusiones y reflexionar acerca de ello.
Uno de mis personajes es una mujer fantástica que ha pasado por una tragedia terrible, ser la responsable (en cierta forma) de la muerte de su hermana. Ahora cuida de su sobrina a la que ama con locura. Al final de la crónica consiguió encontrar a la asesina, la tuvo delante suya, desarmada, dejado a manos de mi personaje si apretar el gatillo por lo que había hecho o no.
Tomé la decisión de apretarlo, pensé que era lo que mi personaje haría tras el infierno que había pasado, un calentón y en un segundo una vida había dejado de existir. Pero me equivoque por completo. Mi personaje no debía haberlo hecho, ella cree en la justicia, en que todo el mundo debe responder por lo que ha hecho y pagar por ello según lo que diga un juez. Es una legal-buena, hace el bien y sigue las leyes. Pero sobre todo es una persona normal, una persona que difícilmente podría matar a alguien a sangre fría.
Tras ese suceso, reflexioné acerca de ello, sobre cómo se sintió, sobre cómo se siente y sobre que iba a hacer a partir de ese momento. Ahora Catherine se ha propuesto dejar de fumar definitivamente (usa parches de nicotina), se ha centrado más como persona, dedica la mayor parte de sus esfuerzos a su sobrina a la que quiere más que nunca y se ha propuesto cumplir los plazos de entrega de sus libros (esto sabe que no lo va a conseguir jajaja).
¿Os he dicho que es maga? Es lo que menos importaba aquí ¿verdad?
¿Y vosotros ya creáis junto a vuestro grupo? ¿el narrador es siempre la misma persona o va rotando?
Corten!
primeroderol 
